--------------------------------------- El CaRrUsEl--------------------------------------------

----Sinónimo de diversión para los niños---- Sobre todo pequeños----

y vista obligada de entregados padres de  familia en ferias,

parques y paseos dominicales, El CaRrUsEl quizá tenga unos orígenes nada sutiles y muy muy alejados 

del entretenimiento y del pacifico y estable circuito de

rocines de fibra de vidrio-----

EN LOS ÚLTIMOS AÑOS, A DIARIO NIÑOS MONTANDO CARRUSELES

Y PADRES FELICES, TURISTAS QUE CON CÁMARA EN MANO SONRÍEN

Y SALUDAN A SUS HIJOS CADA 360GRADOS CUMPLIDOS

POR LA CARRERA DEL CABALLITO AFORTUNADO QUE LOS LLEVARA SOBRE

SU LOMO DE MADERA--- POR QUE ESTOS, AL MAS PURO ESTILO VENECIANO, 

AUN SON ASÍ EN LA CIUDAD LUZ.

Pero es muy probable que el escenario de todas esas sonrisas enmarcadas con algodones de azúcar y crepas de nutella, tenga un sangriento antecedente, pues se dice que es invento de índole bélica, creando como dispositivo para el enmarca miento de la caballería y la facilitacion en la inmensa preparación de los jinetes.

JUEGOS DE GUERRA

El registro  mas antiguo  de la existencia de los carruseles en un bajorrelieve alrededor del año 500, que procede del imperio bizantino. En el se a paresia una serie de cestas, llenas de gente , que son suspendidas directamente desde un poste central. Sin embargo, no es sino hasta el año 1100 que se sabe de guerras fingidas llevadas como juegos de practica. En ellas, dos equipos de caballos árabes, musulmanes y turcos libraban batallas a golpe sobre caballos falsos, en las cuales atacaban con espadas de madera figuras que representan al bando contrario.

Y de ahí el origen de su nombre, pues el vocablo carrusel proviene del franses carrousel y este, a su vez de la voz napolitana carosello, que significa <<pequeña batalla>> o <<juego de guerra>>. Este artefacto fue llevado a Europa durante las cruzadas y rápidamente se volvió un ingenio militar muy preciado. al grado de que se ocultaba dentro de los castillos- tal como ahora se hacen los entretenimientos deportivos a puerta cerrada.

En las justas, jóvenes nobles se entraban entre el arte de engarzar arcos con una lanza mediante un artefacto mecánico bastante parecido a nuestro actual carrusel: un poste que , a travez de cadenas, sotenia caballos de madera, y en la cual era arrastrado por una mula que, amarrada desde el centro, lo hacia rotar. Así los nobles practicaban a ensartar anillos colocados en postes que estaban fuera del circulo que recorrían.

Fannie Emery  Othon